
5 motivos para renovar de una vez tus gafas
Según el Colegio Nacional de Ópticos-Optometristas o CNOO, el 20% de los usuarios que usa gafas no las renueva hasta pasados 5 años o más. A continuación, te exponemos una serie de motivos o razones por las cuales, si estás entre ese 20%, deberías pensarte seriamente en cambiar de lentes de contacto.
-
Una cuestión de salud
Aunque parezca que no, el tiempo pasa para todo y para todos. También para tus ojos. A partir de los 40 años, la aparición de la vista cansada es irremediable. En esta línea, es importante realizar una revisión visual una vez al año, para asegurar que nuestra vista sigue en perfectas condiciones, o bien, ajustar nuestra graduación si lo necesitamos.
-
Look
Como cualquier otro complemento, tus gafas te van a acompañar en múltiples ocasiones. Y dicen mucho de ti. Cuestiones como la forma, el estilo o la montura, serán determinantes para que te decantes por un modelo u otro. Sin descuidar, como no puede ser de otra manera, de la comodidad.
-
Cristal rayado
Una raya en uno de los cristales, una varilla doblada, o un tornillo que se haya caído con anterioridad, son motivos más que suficientes para plantearte un cambio de modelo de gafas. En el caso concreto de los cristales, las rayas, manchas o rupturas no solo empeoran la calidad de visión, sino que podría degenerar en problemas para tu vista.
-
Montura pesada
En el caso de los modelos más antiguos, la montura de las gafas llegaba a alcanzar un peso que llegaba a resultar molesto. Hoy en día, las monturas ligeras o ultraligeras a tu alcance tan solo pesan unos pocos gramos, de modo que te resultarán mucho más cómodas de llevar.
-
Avances tecnológicos
Cristales con baños especiales –antirayaduras, antipolvo, antirreflejos…-, monturas de todos los tamaños y materiales, e incluso fundas con protecciones especiales y productos de limpieza incluidos… Todo un mundo de posibilidades se abre ante ti con los nuevos modelos de gafas que puedas encontrar hoy en día.
Un segundo par, ¿merece la pena?
No todo el mundo tiene un segundo par de gafas, aunque todo el que lleva gafas debería pensar en tener uno. ¡Ojo! y no sólo para marcar tendencia y ayudarte a cambiar de look. Un segundo par de gafas te puede resultar de mucha ayuda, especialmente, en casos de urgencia cuando la visión del usuario es muy deficiente. Perder o romper accidentalmente tu par de gafas principal, puede significar un verdadero problema e ir acompañado, incluso, de un sentimiento de indefensión.
Además, las gafas pensadas para la realización de actividades deportivas tienen que ser fuertes, resistentes a golpes, ligeras y cómodas. En muchas ocasiones, no van a coincidir con las características de tus lentes de contacto de uso diario. A la hora de comprarlas, indica qué deporte realizas y describe exactamente cómo quieres que sean.
¿Y las gafas de sol?
Se trata de mucho más que un simple accesorio elegante, ya que protegen tus ojos de los dañinos rayos UV. Es muy importante que gocen de la homologación pertinente, pues unas buenas gafas de sol graduadas absorben al menos el 99 % de la radiación. Además, los filtros de polarización bloquean la luz reflejada, como la de los cristales, superficies brillantes en general, o sobre la superficie del agua.
Niños y adolescentes, con más motivo
Nuestra calidad de visión puede variar a lo largo de nuestra vida, y es muy importante adaptar progresivamente la graduación de las lentes. Las dioptrías varían rápidamente, sobre todo en los niños y adolescentes, puesto que están en plena etapa de desarrollo. Cuando se diagnostica algún defecto visual de tipo refractivo, es posible que el óptico recomiende pasar por revisión cada seis meses para adaptar las gafas a la nueva condición visual.
En cualquier caso, no hay que esperar a tener síntomas de estar perdiendo calidad de visión con nuestras gafas. Anticiparse a esos cambios y a las molestias que pueden producirnos con unas nuevas gafas adaptadas a nuestra graduación actual es la opción más inteligente.