Acúfenos

Zumbidos en los oídos o Acúfenos. Qué son y qué tipos hay

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Escuchar un zumbido de oídos repentino puede ser alarmante. Y si no desaparece, puede causar confusión y algunas veces hasta puede cambiar la vida. Los acúfenos no son una enfermedad, sino más bien un síntoma que puede ser el resultado de muchas causas.

La experiencia con los acúfenos, que solo la persona puede escuchar, es distinta en cada individuo. Para algunas personas, son zumbidos, pero para otras son ruidos, silbidos, siseos, rugidos, sonidos como de cigarras, trinos o chirridos. Puede aparecer en un oído o en ambos.

Algunas veces desaparece, por ejemplo, en los días siguientes a un concierto con música fuerte, y otras veces no. Y muchas personas viven con ellos hasta que se agravan demasiado para poder soportarlos. Algunas personas los han tenido durante más de una década, y sus vidas cotidianas han ido cambiando lentamente a causa de un sonido que no desaparece.

Los acúfenos son más frecuentes de lo que cree: 1 de cada 5 personas los tienen y pueden tomar distintas formas.

Hay al menos cuatro tipos de acúfenos.

  • Acúfenos graves: Este tipo es repentino y casi inexplicable. Son como una tormenta de ruido, en la que el viento sopla, pero luego pasa. Pueden ir y venir. Usualmente, duran menos de tres meses y suelen ser tratables.
  • Acúfenos crónicos: Como indica el nombre, son de larga duración. La afección empeora y se hacen cada vez más una parte central de la vida. Por lo general, si duran más de tres meses, se les considera crónicos.
  • Acúfenos subjetivos: Según la American Tinnitus Association (Asociación Estadounidense de Acúfenos), es un ruido en la cabeza o los oídos que solo percibe el paciente en cuestión. Generalmente, son resultado de las reacciones auditivas y neurológicas a la pérdida auditiva, aunque pueden tener muchas causas. Más del 99 % de los casos de acúfenos son subjetivos.
  • Acúfenos objetivos: Esto incluye ruidos en la cabeza o los oídos que otras personas pueden escuchar. El sistema circulatorio (torrente sanguíneo) y los movimientos somáticos (musculoesqueléticos) producen estos sonidos. Es muy poco frecuente y generalmente corresponde a menos del 1 % de los casos. Un ejemplo son los latidos del corazón que suenen tan fuerte que se pueden escuchar. (esto se conoce como acúfenos pulsátiles).

Si nota cambios, disminuye su audición o escucha ruidos que solamente oye usted, venga a Óptica Barreña. Resolveremos sus dudas y le aconsejaremos la mejor solución para su caso.