
Ansiedad y ojo seco
El síndrome del ojo seco
Cuando la producción de lágrima es deficiente o la lágrima producida no tiene la calidad oportuna generando que la película lagrimal se evapore rápidamente, se produce el molesto síndrome del ojo seco. Trastorno cada vez más común caracterizado principalmente por una molesta sensación de tener arenilla en el ojo.
Algunos factores externos, como la ansiedad, pueden empeorar los síntomas del ojo seco. La ansiedad mantiene al organismo en constante estado de alerta sin que realmente haya un motivo aparente. Trastorno que al convivir en una persona que sufra de ojo seco puede derivar en la generación de un círculo vicioso, muy contra producente, debido a que ambos aspectos tienen una relación directa que, además, se retroalimenta.
¿Qué es este síndrome del ojo seco?
El número de personas que padecen de ojo seco y ansiedad ha aumentado considerablemente en los últimos años. El síndrome del ojo seco es un trastorno crónico muy molesto que puede aumentar los niveles de ansiedad de la persona, hecho que genera mayor sensibilidad al ojo seco. Para romper este círculo vicioso es necesario aplicar un tratamiento personalizado que consiga mejorar los síntomas del ojo seco, hecho que ayudará a reducir los niveles de ansiedad, y no al revés como ocurriría si no se interviene cuanto antes.
Existen muchos agentes que pueden desencadenar una crisis severa de ojo seco como la exposición excesiva a las pantallas digitales, al sol, los ambientes secos, el humo, así como el estrés y la ansiedad. Además ciertos medicamentos recetados para tratar la ansiedad y la depresión, tienen como posibles efectos secundarios la alteración de la calidad y cantidad de la lágrima. De este modo el ojo seco y la ansiedad representan un cuadro muy común y que a veces genera que cuantas más molestias se sufren a causa del ojo seco, más ansiedad y depresión se padece.

En ocasiones pueda ayudar el uso de gafas de sol como medida preventiva de la sequedad ocular causada por factores externos como el viento.
Ambos trastornos deben ser tratados separadamente, aunque tenidos en cuenta. Una mejoría en el ojo seco ayudará a mejorar el cuadro de ansiedad. La clave para resolver los problemas de ojos secos y ansiedad es conseguir romper con el círculo vicioso que representa mediante un tratamiento adecuado y adaptado a las necesidades de cada persona, gracias al cual se empezará a mejorar el ojo seco y en consecuencia la ansiedad.
En cuanto al ojo seco, las glándulas lagrimales son las responsables de producir la lágrima, una sustancia indispensable para limpiar el ojo, nutrir la córnea, mantener hidratada la estructura ocular y oxigenar todo el globo ocular. La lágrima esta compuestas de tres capas. La capa más interna que con cada parpadeo distribuye la lágrima por la superficie ocular. La capa intermedia que es la más abundante en la lágrima. Tiene la función de proteger la córnea y mantener hidratado el ojo. Y la capa de la lágrima más externa, que es la encargada de evitar que la lágrima se evapore prematuramente y pierda sus propiedades. Por otro lado los lípidos ayudan a evitar que la lágrima se derrame durante el parpadeo y extiende toda la capa acuosa por la superficie del ojo.
En ocasiones pueda ayudar el uso de gafas de sol como medida preventiva de la sequedad ocular causada por factores externos como el viento. También favorece seguir una alimentación rica en antioxidantes y grasas insaturadas omega 3, así como acostumbrase a parpadear con más frecuencia, además del uso de lágrima artificial.
Ante cualquier duda recordad que en Óptica Barreña estamos en la calle Fatas número 7 de Huesca, para ayudaros con vuestra salud visual.