Revisión Oftalmológica

¿Cuándo debería hacerle una revisión oftalmológica a mi hijo?

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Los niños ven el mundo a través de sus ojos. Para los niños más pequeños, el centro de la visión cerebral no está del todo desarrollado hasta los 7 años, haciendo que la revisión oftalmológica sean de vital importancia desde corta edad. Si tu hijo no es capaz de enviar imágenes claras a su cerebro, puede desencadenar una serie de problemas que afecten a su salud visual de mayor.

Revisiones oftalmológicas y exámenes oculares

La mayoría de las enfermedades relacionadas con la vista no aparecen hasta llegados a determinada edad. Sin embargo, hacerse revisiones oftalmológicas regulares puede ayudar a tus hijos a mantener una vista saludable. Ten en cuenta que las revisiones oftalmológicas y los exámenes oculares no son lo mismo. Las revisiones generalmente son un paso preventivo previo a un examen ocular. Las revisiones oftalmológicas son un test de agudeza visual en los que los pacientes deben identificar letras de más grandes a más pequeñas en una pantalla.

Las revisiones oftalmológicas están diseñadas para detectar cualquier problema en la vista de tu hijo.

¿Cuándo debería hacerle una revisión oftalmológica a mi hijo?

Cuando los niños son pequeños, es importante iniciarlos en el hábito de las revisiones oftalmológicas de manera regular. Los recién nacidos o bebés deben realizarse un examen completo exhaustivo para detectar cualquier problema visual prematuro. Una vez que tu hijo haya empezado la Educación Infantil (alrededor de los 3 años), los pediatras te informarán de con qué frecuencia debe realizarse tu hijo las revisiones oftalmológicas. Cuando tu hijo esté en Primaria, las revisiones oftalmológicas deberían ser anuales o cuando quiera que se detecte un problema.

Indicios de que una revisión oftalmológica es necesaria

Si tu hijo muestra alguno de estos síntomas o signos de problemas con la vista, programa una visita con nosotros tan pronto como sea posible. Ven si detectas:

  • Bizqueo
  • Dolores de cabeza o sensibilidad a la luz
  • Problemas en los estudios
  • Perderse mientras lee
  • Se frota los ojos o se queja de la vista
  • Torpeza visual o escasa coordinación mano-ojo
  • No distingue letras u objetos a determinada distancia
  • Ladea la cabeza o entrecierra los ojos para leer
  • Usa alguno de los ojos con más frecuencia que el otro

La vista es una de las herramientas más importantes de que dispone tu hijo, por eso es imprescindible realizar revisiones oftalmológicas periódicas.