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Ejercicios para aliviar la vista cansada

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Actualmente, tanto el trabajo como el ocio, están asociados en muchos casos al uso de pantallas electrónicas durante horas y horas. Ello conlleva que los ojos soporten brillos y contrastes muy molestos, además de estar enfocados durante casi todo el tiempo, a puntos cercanos de visión.

Provocando que la fatiga visual se encuentre al orden del día, con síntomas como la dificultad para para enfocar, cansancio, escozor, irritación, sequedad, picor, visión borrosa o dolores de cabeza.

Al igual que otras partes del cuerpo, los ojos están sujetos a los músculos, y estos, como todos, pueden y deben ser entrenados, sobre todo si se usan con frecuencia. Si pasamos muchas horas forzando un musculo en la misma posición, éste se debilitará e incluso correrá el riesgo de atrofiarse.

Cómo solucionarlo

La buena noticia es que hay una solución efectiva y muy fácil, unos sencillos ejercicios que fortalecen nuestros ojos al ejercitar sus músculos.

Pero es básico que los incorporemos en nuestra rutina diaria, garantizando de este modo una visión correcta en la vejez, a la vez de un presente más productivo.

En primer lugar resaltar la importancia de contar con unas condiciones de luz óptimas, siempre que estemos realizando una actividad que precise enfocar la vista en objetos cercanos.

Para poner en práctica estos sencillos ejercicios sólo necesitaremos unos minutos en cualquier lugar. Hay que tener en cuenta que quizás resulten incomodos al principio.

En todos ellos la cabeza permanecerá inmóvil, se realizarán lentamente, acompañados de la respiración pausada, con los ojos abiertos y mejor sin lentes. No es necesario ni seguramente posible, que cada vez hagamos todos estos ejercicios, podemos ir combinándolos en las diferentes pausas que vayamos haciendo. Existen aplicaciones móviles que nos recuerdan muy sutilmente que debemos parar.

Conozcamos los ejercicios:

  • Ser conscientes del parpadeo. Este acto reflejo es el correcto en condiciones normales, es decir, para momentos en los que no exigimos rendimiento pleno a la vista, si ello ocurre, también debemos reforzar conscientemente el parpadeo.
  • Hemos de acostumbrarnos a cerrar los ojos cada 30 minutos y parpadear suavemente unas 8 veces, con todos los músculos de la cara relajados.
  • A continuación miraremos a la lejanía. Desviaremos la vista del punto habitual de enfoque.
  • Movimientos circulares. Moveremos los ojos primero un par de veces en el sentido de las saetas del reloj y luego en el contrario. Haciendo una pequeña pausa y parpadeando en el centro.
  • Movimientos en forma de ocho. Dibujaremos con el dedo un ocho en el aire al paso que lo seguimos con la vista.
  • Llevaremos un dedo a las cuatro direcciones, arriba, abajo, derecha e izquierda, a la vez que lo seguimos con la vista.
  • Con el brazo y el dedo extendido, iremos acercando y alejando el dedo hacia la nariz, en todas las direcciones.
  • Colocaremos el dedo índice derecho a la altura de los ojos y a la distancia del codo y el dedo izquierdo a unos 15 centímetros detrás de él, e iremos alternando la vista de uno a otro.
  • Estiraremos un brazo por delante de la nariz con el pulgar levantado y elegiremos cinco puntos a los que destinar la atención, por ejemplo la punta de la nariz, el brazo, el pulgar y dos objetos más alejados. Iremos fijando la mirada de uno a otro y después en el sentido contrario.
  • Para finalizar, de nuevo, buscaremos un punto distante y mantendremos la vista en él el mayor tiempo posible.

Cuando nos hayamos acostumbrado a estos ejercicios los podremos hacer sin el apoyo del dedo.

Complementariamente a ellos realizaremos unos masajes sencillos por el tiempo que nos sea posible, por supuesto cuanto más mejor, pero mejor unos instantes que nada.

Colocaremos las palmas de las manos suavemente sobre los ojos cerrados y mantendremos esta posición.

Masajes de presión puntual, suave y siempre con los ojos cerrados:

  • Colocaremos los dedos pulgares en los costados interiores del ojo, debajo de la ceja y cerca de la parte superior de la nariz. En ese punto ejerceremos una presión suave hacia arriba.
  • Realizaremos un masaje suave y circular sobre los párpados.
  • Masajearemos la zona debajo de las cejas, así como sobre éstas, mediante movimientos circulares que ejercerán algo de presión. Para finalizar podemos dar suaves pellizquitos sobre las cejas

La clave del éxito reside en su frecuencia que los convertirá en un hábito. Si pese a ellos seguimos sintiendo molestias oculares, ven a visitarnos a Óptica Barreña y descartaremos la existencia de cualquier otro trastorno visual.