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¿Cómo envejece la vista?

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Ojo al dato

Al contrario de lo que pensábamos hasta ahora, tal y como indican los recientes estudios de una investigación de la universidad canadiense McMaster University, liderada por Kathryn Murphy, profesora del Departamento de Neurociencia y Comportamiento, el córtex visual se desarrolla durante casi cuatro décadas.
Es decir, al contrario de lo que las estimaciones y estudios previos apuntaban a que el máximo grado de madurez se alcanzaría entre los 5 y 6 años, los estudios indican que seguiría en pleno desarrollo hasta los 36 años. “Hay un gran vacío de conocimiento acerca del funcionamiento de nuestro cerebro. Nuestra idea de que las áreas sensoriales se desarrollan en la niñez y luego son estáticas no es correcta”, ha dicho Murphy. 

 

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Ambliopía u ojo vago

La ambliopía u ojo vago es una enfermedad que se manifiesta principalmente durante la infancia. Cuando los ojos de un niño perciben imágenes que son muy diferentes entre sí, el cerebro acaba por ignorar una de ellas -la menos nítida-, eligiendo la que ve con mayor claridad. De este modo, el ojo que percibe la imagen de peor calidad se va volviendo vago.

Estos estudios abren nuevas vías de tratamiento de enfermedades como la Ambliopía u ojo vago, pues todo indica que las terapias correctivas –como la colocación de un parche en el ojo del niño para que el ojo vago trabaje más- podrían funcionar también en adultos.

Presbicia o vista cansada

El ojo es el primer órgano del cuerpo humano en mostrar signos clínicos de envejecimiento. Los primeros síntomas de su deterioro endógeno aparecen a partir de los 45 años y suelen ser la pérdida de elasticidad del cristalino y la consecuente falta de visión cercana. Cuando esta sintomatología está presente, hablamos de presbicia o vista cansada. Este deterioro de la vista afecta al 95% de la población mayor de 50 años.

En la actualidad, uno de los agentes externos que más perjudica nuestros ojos no es otro que nuestro ritmo de vida. Pasamos muchas horas en nuestro pues de trabajo, y el hecho de colocar la pantalla de nuestro ordenador a 50 cm o 70 cm de distancia respecto a nuestros ojos, o iluminar la habitación con luz natural en lugar de artificial, reduce drásticamente la carga de trabajo y nuestro globo ocular sufre mucho menos.

Del mismo modo, debemos tratar de evitar la sobreexposición a la luz solar, ya que las células del cristalino, dañadas por los rayos UVA, al contrario de lo que sucede con las células de la piel, éstas no se regeneran. Por ello, la acumulación de daños de este tipo puede llegar a ocasionar, en edades tempranas, la aparición de cataratas. Para no llegar a tal extremo, lo ideal es utilizar gafas de sol homologadas para evitar la incidencia directa del sol en los ojos.

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El valor del órgano

Según el libro blanco de la visión en España, un 83% de los españoles preferiría perder el gusto al sentido de la vista y un 78% el oído. Incluso el 79% preferirían perder parte de su salario. Como resultado, el 95% de los españoles considera que la vista es el sentido más valioso. No obstante, los datos dejan en evidencia la siguiente paradoja; a nivel mundial, las mujeres cuidan más de su vista que los hombres, y aun así sólo el 66% de ellas hace revisiones regulares, frente al 57% de los hombres. Es decir, el ojo humano resulta un órgano muy valioso para nosotros, pero casi la mitad de la población no muestra excesivo interés por cuidarlo.