Cómo evitar que avance el glaucoma
Conocido como el “ladrón silencioso de la visión”, glaucoma es la denominación genérica del grupo de enfermedades que dañan el nervio óptico, que es el encargado de transmitir al cerebro la información recibida en la retina.
El ojo se nutre y oxigena internamente por un líquido, que está en constante producción y renovación, llamado humor acuoso. Esta generación y eliminación debe ser equilibrada para mantener la tensión ocular en los niveles correctos.
Esta patología es crónica y silenciosa, no da síntomas palpables y conlleva la pérdida progresiva de la visión de modo irreversible si no se trata, debido a que el nervio óptico se degenera paulatinamente y no es posible su reparación. Puede darse en un ojo o en los dos.
Según la OMS, es la tercera causa de ceguera en todo el mundo:
1ª- Los errores refractivos sin corregir: miopía, hipermetropía o astigmatismo.
2ª- Las cataratas no operadas.
3ª- El glaucoma no tratado.
El Consejo General de Colegios de Ópticos-optometristas advierte que más del 50% de las personas que tienen glaucoma en España están sin diagnosticar.
Pero la buena noticia es que es muy fácil tanto su diagnóstico como su detención. Y si se diagnostica pronto, la ceguera derivada del glaucoma puede evitarse en más del 90% de los casos.
Se detecta midiendo la presión intraocular mediante una sencilla exploración del fondo del ojo con un tonómetro. Este aparato mide la tensión de los fluidos del interior del ojo. Actualmente los tonómetros suelen ser de aire, emiten como un pequeño soplido de aire hacia la córnea, que mide su resistencia a ser deformada, así la cantidad de aire que sea necesaria para aplanar la córnea, indicará la tensión existente en el ojo.
Como hemos dicho anteriormente, no suele dar molestias que sugieran que algo pasa. Por lo cual, si estamos en la población con riesgo de sufrirla, debemos controlar la presión ocular al menos una vez al año.
Factores de riesgo:
- Antecedentes familiares.
- Miopía elevada.
- A partir de 45 años el riesgo aumenta de forma considerable.
- Alteraciones vasculares.
- Cuanto más pigmentada es la raza, más posibilidades hay.
Además de estos factores de riesgo, y pese a que no existe una causa clara por la que se produzca el aumento de la presión intraocular, cada vez hay más estudios que señalan que este problema puede verse favorecido por el estrés oxidativo, que aumenta ante:
- La edad
- El tabaco
- La contaminación
- La mala alimentación
Por lo que si quiere ayudar a su visión, adquiera hábitos saludables que reducirán su estrés oxidativo. Así, practique deporte, evite fumar, no abuse del alcohol y lleve una alimentación variada, rica frutas y verduras, con poquita sal y harinas y azucares refinados.
No olvide sus revisiones periódicas, pues como ha visto en éste y otros post de Óptica Barreña, en la visión, es básica la prevención.