
Factores que afectan a la capacidad visual nocturna
La adaptación de nuestros ojos para funcionar correctamente durante el día, o en ambientes iluminados, es muy diferente a la que tienen que realizar por la noche o en espacio más oscuros. A esta adaptación en entornos menos luminosos se le denomina capacidad visual nocturna.
Durante el invierno, los días son más cortos y nos enfrentamos a un número mayor de horas de visión nocturna. Debemos tener en cuenta que el proceso ideal de transición, para que nuestros ojos se adapten de manera adecuada, ronda los treinta minutos. Por eso es tan habitual que en los ambientes con una menor iluminación natural podamos notar ciertas molestias oculares o deslumbramientos al mirar las luces. Es decir, si nos encontramos en un espacio nocturno menos iluminado y pasamos a mirar directamente hacia una zona con mucha luz, el proceso de adaptación se acorta bruscamente en lugar de producirse gradualmente.
Adaptarse a la oscuridad puede producir varios efectos en nuestros ojos:
- Las pupilas se abren tanto como pueden por lo que muchas personas son más sensibles a ver halos o destellos en puntos de luz.
- Se activan las células de la retina denominadas “bastones” que solo nos permiten ver en tonos grises, por lo que disminuye drásticamente la visión del color.
Con la escasez de luz también tenemos que enfrentarnos a que determinadas zonas dentro de nuestro campo de visión se nos presenten menos claras y a cierta pérdida de agudeza visual.
Estos efectos se agravan si se sufre miopía o patologías oculares tales como cataratas, glaucoma y retinopatía diabética, entre otras.
La capacidad visual nocturna de un conductor se puede reducir hasta un 70% y el sentido de la profundidad puede ser hasta siete veces menos eficaz. Además, en el caso de la conducción, esta reducción visual se puede ver agravada por la velocidad del vehículo, haciendo más probable que la aparición de destellos o deslumbramientos incidan negativamente e incrementando la posibilidad de sufrir accidentes debido a una deficiente visión.
Hay condiciones biológicas que provocan, en la inmensa mayoría de la población, una cierta dificultad visual de noche. Si observamos un objeto lejano con suficiente luz, nuestro ojo no necesita enfocar, sin embargo, si la iluminación es menor, se activa automáticamente en los ojos un sobreenfoque para visualizar los objetos. Esta acción produce una leve borrosidad que se conoce como un tipo de miopía: la miopía nocturna, muy común entre la población.
Normalmente, este tipo de anomalías visuales relacionadas con la falta de luzson más difíciles de detectar, ya que, los exámenes visuales no se realizan con poca iluminación. Por este motivo, si nota alguna dificultad visual, molestia ocular o disminución de la capacidad visual nocturna, es aconsejable acudir e informar a su óptico-optometrista, que puede ofrecerle consejos y productos ópticos para su compensación. Consúltenos sin compromiso, en Óptica Barreña nos preocupa su salud visual.