La elección de las gafas infantiles: aspectos a tener en cuenta

Una buena elección es fundamental

La visión es fundamental en el aprendizaje y el rendimiento escolar. Los errores refractivos son cada vez más comunes en los niños, detectarlos precozmente les ayuda mucho tanto en su vida daría, al evitarles malestar y dolores de cabeza, como al facilitarles su concentración en las tareas escolares. Cuando un niño necesita gafas, puede parecer que su elección sea más complicada que si se trata de un adulto, pues estos suelen tener claras sus necesidades y preferencias.

La adquisición de las gafas infantiles no debe tomarse a la ligera. Una adecuada salud visual es básica en la vida de los niños, y unas gafas desacertadas, pueden generar problemas.

Recomendaciones a la hora de elegir las gafas infantiles

Lo primero lugar se les debe transmitir positivamente el hecho de llevar gafas. No deben sentirlo como un hándicap, defecto o posible objeto de burla. Debemos transmitirles seguridad, decirles lo guapos que van a estar, que es una accesorio de moda, que les dota de personalidad,… y encima les ayuda con su “problemilla” de visión. Es el primer paso para que quieran llevarlas.

Se tienen que sentir a gusto con ellas. Les tienen que gustar y estar muy cómodos en su uso. Si tienen la edad suficiente, se les debe involucrar en su elección. Deben verlas como algo bonito y que les apetezca llevarlas, no como un enemigo.

Tienen que ser muy cómodas, el modelo debe quedar perfectamente ajustado a su cara, que ni les apriete ni se les caiga. Las gafas se tienen que convertir en parte de ellos, que ni las sientan ni se acuerden de que las llevan puestas. Su tamaño dependerá de su fisionomía facial. La parte central de las gafas debe coincidir con la de las pupilas. Las gafas no deben sobre pasar las cejas, apoyarse en los pómulos, ni presionar la sien. Se debe tener en cuenta igualmente el tamaño de los ojos y la distancia entre los mismos. Por otro lado deben ser lo suficientemente grandes como para no limitar su campo de visión.

No deben sentir ninguna molestia. El material, tanto de las varillas como de la parte que rodea la oreja, debe ser flexible y ajustable, que no les haga daño, no se caiga y ajuste con facilidad. El puente de la nariz debe tener la máxima superficie de contacto posible para que peso de la gafa se distribuya mejor.

El material de la gafa debe ser resistente, pero ligero. En casos de bebés o niños muy pequeños, se recomiendan las monturas de silicona, más flexibles y de difícil rotura. Cuando se hacen mayores es conveniente cambiar a otros materiales que ayudan a disimulan mejor el grosor de la lente y son igualmente resistentes. Si sufren problemas de alergia al níquel, las monturas de titanio son una buena solución.

En cuanto a los cristales

Se recomienda que sean orgánicos, al ofrecen mayor seguridad y protección a los ojos. Es un material que no pesa y con suficiente resistencia a los golpes. Dentro de esta gama las lentes orgánicas de policarbonato pueden ser aún una mejor opción, al ser un material más reducido y mucho más resistente a los impactos que las lentes orgánicas normales.

Deben llevar tratamiento antirayado para proporciona mayor resistencia a los arañazos y tratamiento antireflejante. El reflejo de la luz tanto artificial como natural en la lente, produce brillos que pueden ser muy molestos, además de disminuir el contraste y la calidad de la visión. Con este tratamiento se consigue una imagen más natural.

Se puede añadir a las lentes igualmente un filtro de protección ante la luz azul, para evitar que las retinas de los pequeños sufran más de lo necesario ante los tiempos que suelen pasar delante de las pantallas.

Si la graduación es elevada es recomendable reducir los cristales, tanto por estética como por el peso y molestias que les pueden causar. En caso de graduaciones elevadas sería fundamental tener un par de gafas de recambio para evitar limitaciones en la vida de los pequeños en casos de pérdidas o extravíos

Como no nos cansamos de repetir en Óptica Barreña el fracaso escolar puede estar asociado a una mala visión. Las revisiones periódicas son fundamentales para descartar cualquier afección ocular. Ven a la calle Fatás número 7 de Huesca, tenemos multitud de modelos infantiles, podréis probarlas tranquilamente y os aconsejaremos la mejor opción en vuestro caso.