Lentillas

Lentillas: 10 mitos frecuentes

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Seguro que a lo largo de los años han sido muchos los mitos de las lentillas que habrás escuchado acerca de su uso y cuidado. Puede que incluso te hayas echado atrás si estabas pensando en dejar las gafas graduadas y pasarte a las lentillas por miedo a que dañaran tus ojos o por pensar que serían muy difíciles de poner.

Sin embargo, son muchas las personas que las han incorporado en su día a día sin ningún tipo de problema y que han encontrado muchas ventajas de usar lentillas. Son una alternativa correctiva que aporta una gran libertad a tu rutina al poder prescindir de unas gafas graduadas y son perfectas si practicas deporte con frecuencia o si tu estilo de vida es muy dinámico.

En vista del desconocimiento generalizado que existe alrededor de las lentillas y su uso, queremos ofrecerte las claves reales para que lleves tus lentillas con total tranquilidad, desmontando esos mitos de las lentillas y su uso.

Mitos de las lentillas

Mito 1. Una lentilla se puede quedar pegada al ojo

Entre los mitos de las lentillas más frecuentes este es uno de los miedos más comunes entre las personas que se plantean llevar lentillas, pero la realidad es que es muy improbable que las lentillas se peguen y se queden aferradas a los ojos, y menos aún si sigues las instrucciones de uso que te ha dado tu especialista.

Cabe tener en cuenta que el ojo es un órgano que está preparado para terminar expulsando cualquier partícula que entre en él a través del pestañeo o las lágrimas.

Mito 2. Las lentillas pueden perderse detrás del ojo

Este es otro de los mitos de las lentillas que más habrás escuchado, pero es que perder una lentilla detrás del ojo es materialmente imposible. Existe una membrana que recubre el ojo y conecta con la parte interior del párpado, evitando que cualquier objeto pueda desplazarse hacia la parte posterior del ojo.

Mito 3. Las lentillas son perjudiciales para los ojos

Las lentillas son una vía correctiva segura y saludable para las personas que sufren problemas de visión. Eso sí, siempre y cuando se respete la periodicidad del uso, la higiene y las revisiones periódicas.

Por ejemplo, si se usan unas lentillas diarias durante dos o tres días pueden provocar picor, irritación o enrojecimiento y puede acabar derivando en infecciones oculares debido al mal uso.

Mito 4. Los ojos necesitan descansar del uso continuado de lentillas

La mayoría de las lentillas blandas que actualmente hay en el mercado están fabricadas con materiales transpirables, por lo que deberías poder llevar lentillas a diario sin problema. Sin embargo, no es recomendable que las lleves más de 12 horas al día, a excepción de las lentillas de silicona hidrogel, un material de última generación que permite una mayor transpirabilidad del ojo.

Mito 5. Las lentillas son incómodas

La mayoría de lentillas que se fabrican a día de hoy son finas y blandas. Como decíamos, están hechas a partir de materiales muy transpirables que dejan pasar el oxígeno y que resultan confortables para el ojo humano. Solo se necesita un corto periodo de adaptación para aprender cómo ponerse y quitarse las lentillas y apenas notarás que las llevas puestas, así que olvídate de uno de esos mitos de las lentillas que más se repiten.

Si es la primera vez que usas lentillas y te preocupa que no se adapten bien a tus ojos.

Mito 6. Las lentillas causan conjuntivitis

El uso de las lentillas no causa conjuntivitis (siguiendo correctamente las indicaciones de limpieza y desechabilidad indicadas). Aun así, tener conjuntivitis y llevar lentillas no es una práctica nada recomendable, ya que no dejarás que tus ojos se curen correctamente y podrás pasar la infección a tu otro ojo si las guardas en el mismo estuche. Por eso, es importante que si notas cualquier síntoma te quites las lentillas y las sustituyas por tus gafas graduadas hasta que se cure la infección.

Mito 7. Es difícil mantener limpias las lentillas

Cuidar tus lentillas es una práctica muy fácil y sencilla. Si optas por las lentillas diarias el mantenimiento de éstas es mínimo, ya que deberás desecharlas tras llevarlas durante todo el día y estrenar unas nuevas al día siguiente. En cambio, si usas lentillas mensuales solo deberás limpiarlas y guardarlas por la noche en un líquido de lentillas específico para que las lentillas se hidraten y puedas ponértelas al día siguiente.

Mito 8. Se puede dormir con las lentillas puestas

Este es otro de los mitos de las lentillas falso. Mientras dormimos estamos con los ojos cerrados, por lo que es complicado que el ojo esté correctamente oxigenado e hidratado, provocando así sequedad y picor. Si te duermes durante el día unas pocas horas no es peligroso, pero si se convierte en una práctica frecuente puede ocasionar problemas para tu salud visual.

Existe un tipo de lentillas que son mucho más transpirables y con las que sí se puede dormir. Se trata, como ya hemos comentado, de las lentillas de hidrogel de silicona. Aun así, no es la mejor opción para tu vista y siempre es mejor que duermas sin tus lentillas puestas.

Mito 9. Las personas mayores no pueden llevar lentillas

Cualquier persona de cualquier edad puede llevar lentillas, ya tenga miopía, hipermetropía, astigmatismo o presbicia. Es importante que sigan las recomendaciones de uso y que tengan la capacidad autónoma suficiente para ponérselas y quitárselas.

Mito 10. Las lentillas son más caras que las gafas

Esta también es uno de los mitos de las lentillas más extendidos. Igual que el precio de las gafas graduadas cambia según el material, la montura y la marca; el precio de las lentillas también varía en función de la periodicidad que escojas, la marca y el material.

Como ves, el uso de las lentillas durante el paso del tiempo ha generado muchas preguntas frecuentes, dudas y mitos de las lentillas. Si tienes alguna duda cuando te pongas tus lentillas o necesitas respuesta a tus preguntas, puedes ponerte en contacto con nuestros especialistas siempre que quieras.

En Optica Barreña te atenderemos sin problemas para solucionar tus dudas y todos los mitos de las lentillas. ¡Te esperamos!