Portada

El mecanismo de la visión

  • Blog

¿Cómo funciona la visión?

Conozcamos cómo se produce la visión, es decir, cómo interpreta la corteza cerebral las imágenes que le llegan desde los ojos. Este es un mecanismo sensible y complejo en el que podemos diferenciar varias fases:

La percepción de la imagen. Es el momento cuando se capta una imagen y se enfoca. En este instante la luz entra en el ojo atravesando la córnea, el humor acuoso y el humor vítreo.

La transformación de la imagen. Lo observado llega a la retina y se activan las células sensoriales que transforman la luz en impulsos nerviosos.

La transmisión de la imagen. Estos impulsos nerviosos inician su trayectoria hasta llegar al cerebro, concretamente a la corteza cerebral, a través del nervio óptico.

La interpretación de la imagen. La corteza cerebral procesa e interpretar los impulsos nerviosos que recibe, convirtiéndolos en imágenes con un sentido para nosotros.

Vemos que la estructura y función de los ojos son complejas. Cada ojo ajusta constantemente la cantidad de luz que deja entrar, enfoca los objetos cercanos y lejanos, y genera en todo momento imágenes que se transmiten al cerebro de forma instantánea.

La órbita es la cavidad ósea que contiene al globo ocular, los músculos, los nervios, los vasos sanguíneos y las estructuras que producen y drenan las lágrimas. La luz entra por la córnea, que es una cúpula transparente que se encuentra sobre la superficie frontal del ojo. La córnea además de su función protectora, ayuda a concentrar la luz sobre la retina en la parte posterior del ojo.

Después de pasar por la córnea, la luz atraviesa la pupila, área negra situada en el centro del iris, que es el área circular y coloreada del ojo y que controla la cantidad de luz que entra, consiguiendo que la pupila se dilate y contraiga, cual lente de una cámara de fotos.

Detrás del iris se encuentra el cristalino que concentra la luz en la retina. La retina contiene las células que perciben la luz o fotorreceptores y los vasos sanguíneos que las nutren. La parte más sensible de la retina es un área pequeña llamada mácula que tiene millones de fotorreceptores unidos entre sí. La gran cantidad de fotorreceptores que hay en la mácula genera una imagen visual exacta, del mismo modo que una película de alta resolución contiene granos empaquetados de manera más estrecha.

Cada fotorreceptor está ligado a una fibra nerviosa

Las fibras nerviosas de los fotorreceptores forman entre sí el nervio óptico. El disco óptico, que es la primera parte del nervio óptico, está localizado en la parte posterior del ojo. Los fotorrreceptores de la retina convierten la imagen en impulsos eléctricos que son transmitidos al cerebro por el nervio óptico.

Vemos cómo el nervio óptico conecta la retina con el cerebro. La mitad de las fibras de este nervio cruzan hacia el lado opuesto, en el quiasma óptico, un área que se encuentra frente a la glándula hipófisis, debajo de la zona frontal del cerebro.

Después, los haces de fibras nerviosas se unen otra vez antes de llegar a la parte posterior del cerebro, donde se percibe e interpreta la visión. Debido a esta disposición anatómica, las lesiones que comprometen el quiasma óptico provocan patrones peculiares de perdida de la visión.

De este modo a través del nervio óptico llega la información al núcleo geniculado lateral del tálamo y de allí va hacia el córtex occipital de donde parten dos vías principales, la ventral que se dirige hacia los lóbulos temporales y transmite la información sobre la identificación de los objetos, es decir, las células de estas regiones responden por ejemplo a estímulos de una cara, de las manos, etcétera. Y la vía dorsal que se dirige a los lóbulos parietales y procesa la información sobre la localización y los movimientos de los objetos.

Si la persona tiene una lesión en el córtex prefrontal dorsal, recibirá de manera alterada por ejemplo la localización espacial de los objetos, la memoria espacial o la elaboración de planes de acción.

La imagen que se forma en la retina se encuentra invertida, pero nosotros no lo percibimos así gracias a la labor interpretativa del cerebro, el cual se encarga de “darle la vuelta” para que la percibamos correctamente.

Si sientes que algo no funciona bien en tu visión no lo dudes y pasa a visitarnos, hay un gran número de trastornos visuales, de defectos de refracción que dificultan el correcto funcionamiento del mecanismo de la visión y en la mayoría de los casos se pueden solucionar con medios ópticos. En Óptica Barreña daremos solución a tus problemas de visión.