La Mala Costumbre De Frotarse Los Ojos

Riesgos de frotarse los ojos

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El mal gesto de frotarnos los ojos

Frotarnos los ojos es un gesto habitual que hacemos sin darnos cuenta, de manera automática. Cuando estamos cansados, sentimos picor, molestias, sueño o entra una partícula en contacto con ellos, restregamos nuestros ojos y a veces bruscamente.

Debemos ser conscientes de que este no es el mejor gesto para conservar nuestra salud visual. Al frotarlos sentimos cierta sensación de bienestar y alivio inmediatas pues estimulamos el lagrimal, con lo que conseguimos segregar lágrimas que ayudan a refrescar, limpiar y lubricándolos los ojos. Pero con esta acción podemos estar abriendo la puerta a la aparición de efectos secundarios perjudiciales. Problemas oculares que evitaríamos si nos acostumbramos a usar, por ejemplo, lagrima artificial cuando sentimos que debemos refrescar nuestra vista.

Los riesgos de frotarse los ojos

Veamos los riesgos que para la visión puede conllevar frotarse los ojos, siempre en mayor medida en personas con predisposición genética a padecer irregularidades en la superficie ocular.

Torno a una de cada 2.500 personas sufren queratocono, patología congénita y que puede ser causa de trasplante de córnea. Produce un adelgazamiento progresivo de la zona central de la córnea y el frotamiento habitual de los ojos es el primer factor de riesgo para desencadenarlo. Al frotar en exceso la córnea, se ejerce una presión que facilita su deformamiento progresivo, con un cambio en su curvatura y forma natural. Sus consecuencias visuales son la disminución de la visión y la distorsión de las imágenes.

Así, en personas con esta predisposición, el hábito de frotarse los ojos puede generar micro traumatismos que dañarán progresivamente la superficie del tejido corneal.

En personas con glaucoma y presión intraocular alta, puede provocar daño en el nervio óptico. En casos enfermedades de la retina o miopía patológicas, incrementa el riesgo de sufrir un desprendimiento de retina.

Por otro lado hemos de tener muy presente que nuestras manos pueden albergar más de 150 tipos de bacterias, que pueden provocar infecciones en los ojos, como conjuntivitis, blefaritis u orzuelos. Y si el origen del picor es la alergia, al frotar corremos el riesgo de transferir los alérgenos de las pestañas a los ojos, agravando el picor y la alergia.

Hemos de resaltar que tras una cirugía ocular no se debe bajo ningún concepto frotar los ojos.

Otro efecto secundario es la aparición de líneas de expresión. La piel que hay alrededor de los ojos es muy sensible y delgada, por lo que al frotar esta zona de manera habitual, promovemos la creación de finitas arrugas en esta zona y deterioramos la piel de los párpados. Además, dada su fragilidad, provoca la rotura de los vasos sanguíneos de esta zona, dando lugar a irritamiento, rojeces, oscurecimiento alrededor de los ojos y facilitando la aparición de bolsas y ojeras.
Como hemos visto, frotarse los ojos no es un buen remedio, sino un hábito a evitar, que debe ser sustituido por un parpadeo más frecuente, o si sufrimos habitualmente sequedad o picor ocular, acostumbrarnos a llevar con nosotros lágrima artificial, suero fisiológico o colirios naturales. Consúltanos sin compromiso, en Óptica Barreña estamos para ayudarte.